Como trabajo sola, realizo pocos encargos de forma simultánea, pero ello me permite llevar a cabo personalmente todo el proceso creativo y dedicar el tiempo necesario a cada una de vuestras peticiones.

Soy consciente de que cada encargo está destinado a un evento muy especial: un cumpleaños, una boda, una comunión… Por ello, siempre pienso que mi trabajo debe ayudar a reforzar las emociones de alegría de ese día. Así,  me esfuerzo para que todo lo que haga tenga ese toque mágico que he intentado reflejar en el nombre de la empresa.

Nunca me he dado mucha publicidad porque siempre he pensado que la mejor forma de que me conozcan es el “boca a boca” de mis clientes. Y sé que la satisfacción de éstos no puede conseguirse únicamente con una tarta bonita, sino que esa primera impresión debe venir refrendada con un producto que esté realmente bueno y que pueda degustarse con el paladar tanto como con la vista. Como buena valenciana de nacimiento que soy, valoro el arte efímero, el creado para ser disfrutado en el momento.